Sobre el productor:
Marlon pertenece a la tercera generación de caficultores su mi familia. Desde muy pequeño estuvo rodeado del mundo del café y fue adquiriendo conocimientos en el área. Se alejó un poco para continuar con sus estudios en Colombia y fuera de ella. Al salir de Colombia se dio cuenta del potencial que tenía la caficultora en su país y regresó para ampliar sus conocimientos sobre el café de especialidad. Realizó cursos de cata y tueste, y poco a poco fue enamorándome más de esta labor tan gratificante. Finalmente comenzó a cultivar cafés de alta calidad y realizar procesos tanto naturales como especiales para llevar sus cafés a espacios lejanos de Colombia. Sus cafés se caracterizan por la pureza de perfiles y el terroir.
En “La Reserva,” ubicada en Palestina y con extensión en Pitalito, Huila, Marlon trabaja codo a codo con sus tíos, combinando tradición y modernidad. Juntos cultivan variedades excepcionales como Gesha, Bourbon, Pacamara y Sidra. Con la experiencia de su familia y su formación en cata y producción, han logrado un café que es pura excelencia.
Sobre el proceso:
Oxidación en cereza 24 horas. Después es despulpado y dejado en canecas aeróbico esperando una temperatura de 36o centígrados. Se realiza un choque térmico con agua a temperatura ambiente para resaltar atributos y parar el movimiento microbiano en el café, haciendo de esta manera que tenga mayor durabilidad.
Frutos amarillos, floral y aromático, bebida limpia con notas a salpicón, residual agradable prolongado, con notas a pino y hierbas aromáticas; acidez jugosa y cuerpo cremoso
¿Qué encontrarás en taza?
Una experiencia dulce y golosa que evoca el sabor de ese melón de las tiendas de chucherías, fresco y frutal. Su dulzura y balance recuerdan a una mermelada de frambuesa, convirtiéndolo en una auténtica delicia que estará disponible solo por unas semanas.