Sobre el productor:
La pasión de Luís Carlos por la caficultura tiene raíces familiares profundas. Desde muy joven, aprendió todo lo relacionado con el cultivo del café gracias a sus abuelos y padres, quienes también se dedicaban a esta labor. Durante años trabajó junto a su padre en la finca familiar, hasta que recibió como obsequio una porción de tierra donde pudo sembrar sus propios cafetos, alcanzando unas cuatro mil plantas.
Con el tiempo, y con el respaldo económico brindado por su padre, Luís Carlos comenzó a buscar una finca propia. Fue entonces cuando encontró el terreno que hoy se conoce como la Finca El Diviso. Aunque en un principio el lugar le pareció algo remoto y frío, debido a su cercanía con la cordillera, las condiciones de negociación y facilidades de pago lo convencieron. Esto le permitió sembrar toda la finca, que ya contaba con siete mil plantas en producción. No solo amplió la cantidad de cafetos, sino que también mejoró tanto los terrenos como las instalaciones.
Gracias a su dedicación, Luís Carlos logró sacar el máximo provecho de sus tierras y consolidar lo que hoy es la Finca El Diviso. Meses después de completar la siembra —actualmente cuenta con 4,5 hectáreas de café en una finca de 5 hectáreas—, se unió a una cooperativa que lo invitó a participar en una feria de cafés especiales. Al principio dudó, pues había escuchado que era difícil alcanzar la calidad necesaria para competir. Sin embargo, decidió participar a último momento, y su café obtuvo el cuarto lugar a nivel departamental entre casi cuatrocientos concursantes.
Este reconocimiento marcó un punto de inflexión para la finca. Desde entonces, hace ya ocho años, Luís Carlos se ha enfocado en la producción de cafés especiales, trabajando constantemente en mejorar los procesos, adaptando su finca y buscando obtener los mejores lotes de la región. Todo este camino lo ha recorrido con el constante apoyo de su esposa e hijos.
