Sobre la finca:
La finca La Naranja, propiedad de Bertila Pérez Fernández y situada en Cajamarca, Perú, refleja una tradición cafetera que abarca tres generaciones. En sus 3,5 hectáreas a 1.750 metros de altitud se cultivan variedades como Catimor, Pache, Costa Rica y Típica. Desde el año 2000 se dedican a la producción de café, destacando por su enfoque sostenible: emplean compost orgánico y protegen las fuentes de agua, lo que les ha permitido obtener certificación orgánica.
El procesamiento del café se lleva a cabo en la micromill Café Selva Norte, operada por la empresa social Ecotierra, que brinda apoyo financiero y técnico a pequeños productores. Allí se realiza un proceso lavado con fermentaciones de entre 36 y 72 horas, seguido de un secado en camas elevadas y secadores solares durante 4 a 5 días.
Cada compra respalda directamente a una mujer productora y a su familia, ayudando a preservar la tradición cafetera y las prácticas agrícolas sostenibles en una de las zonas más relevantes del Perú.
Sobre la región:
El departamento peruano de Cajamarca se ubica en la frontera con Ecuador por el norte y limita al este con Amazonas, al sur con La Libertad y al oeste con Lambayeque y Piura. La cordillera de los Andes lo atraviesa, y sus suelos fértiles junto con la presencia de recursos minerales han impulsado a la agricultura, la ganadería lechera y la minería como las principales actividades económicas de la zona.
Durante el siglo XV, el Imperio Inca incorporó este territorio y estableció en la actual ciudad de Cajamarca su centro regional, convirtiéndola en una de las urbes más antiguas de Sudamérica.
El cultivo del café en la región se concentra especialmente en Jaén, ubicada en zonas montañosas. La selva amazónica occidental alcanza esta ciudad y sus alrededores. Cajamarca está conformada por trece provincias, muchas de ellas atravesadas por ríos que descienden desde los Andes hasta valles fluviales de gran fertilidad.
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